De Finales y Principios.-
El 25 de Julio, día de Santiago marca el final de un ciclo anual, una vuelta completa al sol. Este día o días previos, son de reflexión y cierre, un final que puede haberse iniciado ya el 23 de Junio, en San Juan, si uno se dio cuenta entonces de las cosas que le gustaría perfilar, mejorar, o dejar atrás... hábitos poco saludables y que no siempre son acciones. Hay adicciones que pueden ser hábitos mentales, costumbres que restan, a veces incluso personas que te lastran, u obstáculos que cada uno se impone consciente o inconscientemente.
La Treceava y última luna del año ayuda a esta reflexión: qué quieres conservar y de qué te gustaría deshacerte en tu vida y en la de todos para el mayor bien de ídem.
"Cómo puedo mejorar en esto?" es una buena pregunta, el simple hecho de preguntártelo ayuda, el deseo de cambio ya pone en funcionamiento una serie de elementos que lo propician. También sirven los obstáculos, las opiniones diversas o adversas, incluso las resistencias propias, pueden ser catalizadores que lo impulsen. Todo ayuda al cambio... y el drenaje de la "suciedad" es parte del cambio.
Pronto da comienzo un nuevo giro de la Tierra alrededor del sol. Cada 26 de Julio, aparecen dos soles visibles en algunos horizontes de la Tierra, como indicadores del Nuevo Año Astronómico, tal como señalaban algunos pueblos de la Antigüedad: los mayas, egipcios, y algunos otros de África.
El Nuevo Año que comienza el 26 de Julio, según el calendario astronómico maya, es un año Mago, uno de los que invitan a dedicarse a aquello en lo que te puedes recrear, para tu mayor bien y el de todos.
Que tu actividad sume y no le reste a nadie. Que tus actos estén "a favor" exponencialmente.
Recuerda, un@ para tod@s y todos para el Uno.
Maribel Fombella
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