Esta es la luna del Gran Wesak, anoche asomaba una inmensa luna llena anaranjada que cierra el ciclo de eclipses, a principios de mes el eclipse de sol, y ahora... este eclipse de luna. En esta foto, se ve, al agrandarla, hasta qué punto somos... polvo de estrellas...
Durante el periodo entre dos eclipses, de sol y de luna, suele salir a la luz lo que estaba oculto, para ser expresado, por esclarecimiento, o para ser sanado, y es algo que ha debido suceder en todos los ámbitos. Este es un gran momento para escuchar y atender las emociones más escondidas y profundas, y con ello escuchar la verdad del corazón, mirando honestamente qué es lo que le hace feliz.
Este eclipse además coincide con el Gran Wesak, en luna de Tauro, también se cierra el ciclo donde se enlazan las enseñanzas del Maestro Jesús, (ciclo que comenzaba y culminaba con la luna llena de Pascua, el domingo de Resurrección) con las enseñanzas Buda, tan celebradas durante la luna de Tauro. En ambas enseñanzas reinan como principios el amor y la compasión, ( ésta más bien como un aspecto del amor) bases de la vida y la muerte, lo que nos hace tan fuertes como vulnerables.
Por todas las despedidas recientes... muertes acaecidas estos años por el debilitamiento del sistema inmune, cáncer, etc... una oración, una oda a la vida, de San Agustín:
"No llores si me amas.."
Feliz giro solar. Podéis ver la energía del dragón que da impulso a los inicios, que publiqué en esta otra entrada:
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