Propósito: La Unidad en el Interior
UNIFICAR PENSAMIENTOS, ACTOS Y PALABRAS
UNIFICAR PENSAMIENTOS, ACTOS Y PALABRAS
Somos seres creadores de nuestra realidad. Creamos constantemente con lo que pensamos, decimos y hacemos. Nuestras vidas se mueven gracias a la energía que emitimos desde el interior. Si creamos en desunión interna generamos confusión.
Pensamiento, palabra y acción deben avanzar en la misma dirección.
Cuando cada ser humano logra la unidad en su interior, siendo coherente con lo que piensa, con lo que dice y con lo que hace, se acaba la lucha interior y muchos conflictos se resuelven.
Todos somos perceptivos y notamos cuando alguien no es sincero, cuando algo nos descuadra. Para poder ser amor en vez de lucha, primero debo acabar con la lucha en mi interior, la lucha que genero al serme infiel a mí mismo, hablando o actuando o pensando de manera contraria a la verdad de mi corazón.
Si unifico lo que pienso, lo que hago y lo que digo me sentiré en paz. La alegría llegará, porque estaré dando los pasos que anhela mi corazón, y así mi mundo se transformará en una experiencia de gozo y conexión, que me permitirá descubrirme y descubrir el mundo desde una perspectiva más amorosa y grata, para mí y para los que conviven conmigo.
Mi pensamiento es creador. Mi palabra es creadora. Mis actos son creadores. A partir de hoy me decido a crear en unidad, poniendo al servicio de mi corazón todo lo que nace de mí, responsabilizándome de lo creado y decidiéndome a transformarlo desde el respeto y el amor.
RELAJACIÓN
Cierra los ojos y disponte a relajarte en una postura cómoda.
Recuerda que eres tú lo más importante en este momento, tu prioridad.
Siente el peso de tu cuerpo en el lugar donde reposes.
El contacto con el suelo.
Percibe cómo late la energía de la Tierra en esa parte de ti.
Nota cómo esa energía va ascendiendo, desde el corazón de la Tierra,
por todo tu cuerpo, hasta llegar al corazón.
Siente cómo te nutre, cómo te fortalece.
Siente la unidad con la Madre Tierra y dilo interiormente: Camino en unidad con la Madre Tierra. Allá donde voy siento su energía. Estoy permanentemente conectado con ella.
Una luz muy brillante desciende desde la Fuente, la gran luz original.
Luz blanca brillante que llega hasta la parte superior de tu cabeza
y, desde ahí, empieza a descender por todo tu cuerpo, hasta llegar al corazón. Siente cómo te equilibra esa luz y disuelve cualquier pensamiento que te aparte de este momento.
Cualquier distracción desaparece ante el efecto de esa maravillosa luz blanca brillante,
que desciende hasta ti y te impregna por completo.
Tu alma resuena con ella y despierta en el centro de tu pecho.
Imagínatelo: una luz muy brillante que se enciende ahí.
Nota la presencia de tu alma. Siente la unidad con la luz. Repite interiormente:
Avanzo en unidad con mi alma y con la luz original. Soy amor. Soy luz. Agradezco estar vivo. Ahora siente el sonido de la música que suena para ti y empieza a mecerte a su compás, en una suave danza, que te ayuda a integrar toda esta energía. Tu cuerpo se mueve para integrar el amor de la Tierra y la luz de la Fuente. Toda esa energía unificada, de la Tierra y del Cielo, se integra en ti como una, ayudándote a recordar que eres humano y divino al mismo tiempo. Tu vibración se eleva, mientras tu mente se rinde a la evidencia de tu alma y suelta el control, entrega el poder al alma, para que sea tu alma quien te guíe ahora, en este momento, para comprender lo que necesitas comprender.
Imagínatelo: es como una energía que desciende desde tu cabeza hasta tu corazón,
llevando un mensaje de la mente a la alma, que dice: confío en ti. Guíame. Muéstrame.
Al recibir ese mensaje, tu mente se relaja profundamente y tu alma se expande,
envolviendo ahora toda tu aura. Te encuentras ahora en una inmensa burbuja de luz, en el interior de tu propia alma. Siente su belleza. Van a ir pasando por delante de ti unas imágenes, unos recuerdos. Te vas a ver a ti mismo en situaciones en las que piensas, dices y haces cosas diferentes; momentos y decisiones en los que tu coherencia interna se quiebra y tus capacidades creadoras avanzan en direcciones diferentes. Deja que tu alma te las muestre. Permítete recordar. Tu alma va a mostrarte ahora también el modo en que eso influye en tu realidad, cuando piensas algo, dices una cosa diferente o actúas de una manera no acorde con lo que has pensado o con lo que has dicho. Mira lo que sucede en tu mundo y mira cómo reciben ese mensaje inconexo los demás.
¿Qué se genera en los demás hacia ti, en esas situaciones? Pero, sobre todo, ¿qué se genera en ti cuando emites un mensaje diferente, con tus tres energías creadoras: pensamiento, palabra y acción? Deja que tu alma te muestre cómo sería.
¿Cómo podrías emitir lo mismo con lo que piensas, lo que dices y lo que haces?
Obsérvalo como una realidad. Mira la escena que tu alma te muestra y no te pierdas ni un detalle de lo que pasa alrededor y de lo que pasa en ti. Decídete a dar pasos en tu vida desde la coherencia. Genera unidad en tu interior y manifiesta una realidad más grata para ti. Dentro de la luz de tu propia alma todas esas situaciones van a unificarse. Siente cómo esas realidades nuevas que te ha mostrado tu alma, momentos en los que manifiestas coherencia al pensar, al decir, al actuar, se instalan en tu energía como una nueva forma de vivir. Esa energía de coherencia interna y unidad entre pensamiento palabra y acción va subiendo hasta tu cabeza e impregnando tu cerebro, enviándole una indicación a tu mente, para que, a partir de ahora, actúe a tu favor, en esa dirección:
A partir de hoy me respeto a mí mismo y emito sinceridad, respetando a los demás.
Me convierto aquí y ahora en el creador de mi vida, recuperando la unidad completa entre mis tres capacidades creadoras. Soy uno en mí, emito unidad. Siente cómo esa energía va activando nuevas conexiones neuronales en tu cerebro, que a partir de hoy acepta colaborar con tu alma en esa dirección. Se ha firmado un pacto de unidad interna.
Recuérdalo y llévalo a tu vida como una realidad.
Ahora contrae la luz de tu alma hacia el centro de tu pecho, dejando que vaya impregnando tu cuerpo, para que tus células absorban ese pacto y adopten esa dirección. Siente cómo se genera la unidad en todo tu ser físico, espiritual y energético. Ahora proyecta esa luz de unidad hacia el centro del círculo, energía de coherencia entre pensamiento, palabra y acción. Proyéctala hacia el centro del círculo, porque, después de ayudarte a ti mismo, vas ayudar a los demás. A todas aquellas personas que han pedido ayuda a Dios,
a la vida, a sus guías espirituales o al universo, personas que esperan recibir una señal, sentir una inspiración, ver con claridad el rumbo. Proyecta esa luz para ayudar y siente cómo se genera una gran esfera de luz en el centro de este círculo.
La esfera de luz empieza a crecer y se expande hasta abarcarnos a todos por completo.
Nota su elevada frecuencia, su propósito de amor y respeto.Esta esfera llevará un mensaje y una invitación: tú puedes transformar tu realidad, si crees en ti y te animas a unificar lo que generas en tu mundo con tus pensamientos, tus palabras y tus actos.Todos los que acepten la luz de esta esfera sentirán el impulso de ser sinceros consigo mismos y con los demás, de transformar sus pensamientos hacia el amor a sí mismos y hacia los demás.
De empezar a actuar en función de lo que piden sus corazones, escuchando a sus almas en primer lugar. Déjala ir. Permite que esa esfera de luz se expanda más allá de este círculo y vaya impregnando el aire, dejando su energía disponible para todos aquellos que quieren recibirla o que ahora se abran a ella. Siente cómo llega, siente cómo avanza.
Su luz se expande y se expande, acariciando mentes y corazones, llamando a la puerta de las conciencias, para invitarlas a recordar que somos amor, que somos luz, que somos creadores de nuestra realidad. Si tu vida no te gusta decídete a cambiarla desde tu interior.
Responsabilízate de tus creaciones, lejos de la culpa y del rencor, y date cuenta de que todo lo que pasa fuera es un reflejo de lo que pasa en tu interior. La esfera de luz se va expandiendo más y más allá, porque quiere ir al encuentro de las demás esferas de luz
que se han creado ahora en la distancia, desde cientos de lugares por toda la Tierra.
Fíjate bien en este momento mágico: miles de personas buscando la unidad,
a través de esta energía que se expande, con el propósito de ayudar a los demás,
después de haber comprendido uno mismo, en su propio aprendizaje, el paso adelante que necesita dar, para recuperar la paz y la alegría en su realidad. Se van acercando las unas a las otras, uniéndose poco a poco, para generar entre todas una gran esfera de luz en torno a la Tierra. Una gran esfera de luz que, a partir de este momento, va a sanar el aire, el agua, las plantas, a los animales… Responsabilizándose y transmutando el efecto que la inconsciencia o el olvido creó. Luz y amor para nuestro amado planeta. Restauramos en unidad el equilibrio original de nuestra Tierra. Chispas de luz dorada se desprenden de esta esfera que abraza al planeta y quedan prendidas en el aire, disponibles para todos aquellos que, a partir de este momento, pidan ayuda a Dios o al planeta o al universo o a la vida, o acepten su energía en sus vidas. Desde el máximo respeto a la voluntad de cada ser entregamos esta ofrenda de amor y unidad a la humanidad y a la Tierra.
Esta Red de Luz que entre todos hemos creado continuará activa de manera permanente alrededor de la Tierra, para ayudarnos a todos a recordar, para invitarnos a crear desde la coherencia y la unidad interna. La ha creado la fuerza de la unidad y por eso es indisoluble y eterna. Damos las gracias a todos los seres de luz que voluntariamente nos han acompañado en esta meditación. A la Madre Tierra y a la Fuente, por aportarnos su amor incondicional. A todos los asistentes, en presencia o en la distancia, por colaborar en unidad. Coloca tus manos sobre la Tierra y pídele que absorba de ti toda la energía que tu cuerpo físico no sea capaz de sostener.
Fuente: Agartam
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