- Vienen conmigo Buya-Ben y Faqui, los de de Cirene_ dijo Melchor_ Han venido para ver a Yashua (Jesús a los 20), lo merecen tanto como yo y no he podido negarme. En África tienen el mismo derecho a conocer la verdad como en Asia, lo cual comprueba el aviso espiritual que tuvimos:
" Un pueblo nuevo surgirá de la sangre de Aníbal y sus mártires cartagineses y esas gentes se levantarán para encender en las gentes la luz nueva del enviado divino".
Buya-Ben se acercó a Yashua:
- Que el sol de esta tierra te sea benigno, príncipe de la casa de David.
- Gracias amigo_ le dijo levantándole_ Yo no soy príncipe, sino un buscador de la verdad y la justicia.
-También nosotros. Soy de Cirene, descendiente de Juba, hermano de Aníbal. Este es mi hijo menor(*), los otros se quedaron en el desierto... Traigo los manuscritos de los tuareg_ dijo Buya- Ben. Vestían largas túnicas y mantos azules como los kobdas, y en el pecho una serpiente enroscada con cabeza de león(*)
...
Yashua y Faqui, de la misma edad, llegaron pronto a una perfecta comprensión mutua.
- Sabes que tu vestimenta azul me despierta recuerdos hermosos del pasado? En una edad remota de Cartago, existió una rama de una escuela de los kobdas (coptos) originales del Nilo. Ellos vestían como tú. Hace 8300 años existía un peñón llamado Corta-Agua, de ahí su nombre Cartago, y en él apareció una mujer, la matriarca Solania, que dirigió una escuela, un templo de sabiduría.
- Lo que me dices concuerda con los orígenes remotos de nuestra raza. Este escudo es el símbolo de la serpiente, (la sabiduría), y el león, (símbolo de valor y fuerza). Son los símbolos de Cleopatra y Aníbal, ambos símbolos son de la raza tuareg, los descendientes de la Hija del sol.
- Es la matriarca kobda de mi historia..._ dijo Yashua.
- ¿Por qué dices "mi historia", tú también eres tuareg?
- No, digo "mi" vieja historia porque formo parte de una comunidad consagrada a la verdad y a la justicia, y buscamos todo lo que pueda dar luz a la humanidad. Cuando la Humanidad sepa su origen y destino, ya no habrá Roma ni enemigos, sino que todas las razas del mundo se reconocerán como hermanas.
- Imposible. Los tuareg no olvidan...
- Puede que dentro de poco pienses diferente_ dijo Yashua_Volvamos al relato. ¿Sabes porqué la llamaban la Hija del Sol?
- Según los escritos, era blanca como la leche, de ojos azules y cabello como el sol. Enseñaba a cantarle al sol al amanecer y al atardecer. Tenemos hermosas canciones que dejó a sus hijos como herencia- le dijo Buya-Ben
- ¿Por qué os llamáis tuareg?
- Porque en una edad lejana un Hombre vestido de azul llamado Tuareg bajó del peñón sagrado diciendo: "Mirad lo que he encontrado". Era la momia de una mujer vestida de azul, tenía en sus manos un tubo de cobre con rollos de papiro." Eran la Ley y los Cantos del Sol. Ella era la Hija del Sol y quiso ser encontrada por el hombre más sabio de la tribu, y por eso nos llamamos tuareg.
-Es admirable, tu historia y la mía son la misma historia, vosotros sois la continuación de la Matriarca Solania, lo comprobaremos con otros datos históricos que tenemos.
Entonces se reunieron con los demás. Y en el rollo 73 del Patriarca Aldis, encontraron el pasaje de Solania, la primera persona que subió al peñón de Corta-Agua (Cartago), con 5 mujeres y 4 hombres vestidos de azul, los primeros tuareg (antiguos kobdas). Leyeron el pasaje donde los mensajeros de la Matriarca Solania impidieron que inmolaran a la doncella elegida entre las DOLORAS, nombre que daba aquella tribu a sus sacerdotisas. Entonces dijo Buya-Ben:
- Ese pasaje es como una ley para la mitad de nuestra raza, que debido a esta y otras divergencias, tiene varias ramificaciones. Por eso llevamos el símbolo de Cleopatra y Aníbal como los continuadores de la Hija del Sol.
- ¿Entonces vosotros rechazáis los sacrificios humanos?_ preguntó Yashua
-Totalmente, nuestra ley sólo nos permite matar en defensa de la vida o el honor_dijo Buya-Ben_ lo dice en esta copia de los escritos de la Hija del Sol.
- Es como dice_dijo Melchor.
-¿Y habéis visto la momia de la Matriarca Solania?_ les preguntó Yashua.
- Sí, la hemos visto gracias a una concesión especial a nuestro amigo Buya-Ben_ dijo Melchor_ Es como una estatua de cuerpo yacente en un sarcófago de mármol, con una tapa de cristal. Sólo los descendientes directos de Cleopatra o de Aníbal pueden entrar (en Cirene). En aquellas grutas funerarias puede leerse toda la historia de
la raza tuareg.
- De la cual tenemos constancia en las escrituras del Patriarca Aldis que conoció a vuestra Hija del Sol, vestía, como ella, de azul y tenía su misma ley- dijo Yahsua.
- Por favor, dadme una copia_ pidió Buya-Ben.
- La tendréis_ le dijo Yasua. Y continuó Faqui.
- Yashua ama a la Hija del Sol, que es la misma blanca Matriarca Solania, matriarca quiere decir madre, qué bello es llamarla Madre!_ explicaba Faqui a su padre, y siguió hablando Yashua.
- En estas escrituras veréis la formidable actuación de vuestra Hija del Sol. Llevó la civilización hasta Etiopía, más allá de las cataratas del Nilo, y gracias a que el gran caudillo se enamoró de ella, se anuló todo cuanto estuviera en contra de la sabia ley de los Kobdas. Vosotros poseéis el cuerpo momificado, y nosotros su alma en las obras que hizo. Es una forma de ser hermanos, ¿no os parece?
- Justamente.
- La verdadera civilización es la que une todas los países y todas las razas del mundo_dijo Melchor_ si reconocemos el origen común y el idéntico destino.
- Vuestra hija del Sol había nacido entre las praderas del lago Van (al sudeste de Ponto Euxino), pero amó tanto a África que la hizo su patria y en ella dejó sus obras.
-Nuestras escrituras dicen que el origen de nuestra raza es atlante y parece demostrarlo nuestro aspecto físico, diferente del resto del continente.
-El tiempo es corto y debemos aprovecharlo_ dijo Filón_ lo que nos pondrá de acuerdo será las lecturas de los pasajes.
Yhasua sacó la copia del archivo de Ribla, y su nuevo amigo Faqui ordenaba de nuevo cada papiro que dejaba Yashua. Un hálito de confraternidad y de amor emanaba de aquella lectura, en cuyos pasajes aparecían como surgiendo de una misma raíz todos los pueblos.
Extracto de Arpas Eternas, de Josefa Rosalía Luque (continuará...)
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta si deseas, tu aportación es bienvenida