Hoy Empieza la Onda del Guerrero
Artículo de Benda Iskandar
“De nada sirve volcarse en la crianza respetuosa, si no hacemos un trabajo de autoconocimiento".
Berna es periodista, madre, blogger, divulgadora de temas de crianza, paternidad, maternidad y derechos de infancia y adolescencia enmarcados en la prevención y el desarrollo humano sustentable. Ganadora del primer premio de concurso de bloggers 2013 sobre Desarrollo Infantil, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y conductora de programas de medios de comunicación venezolanos dedicados a promover crianza en cultura de paz, desde el 2006. Una comunicadora con real experiencia en la crianza con respeto, es por ello que Revolución Mamá se contactó y conversó en exclusiva con Berna, quien nos contó acerca de los talleres online que realiza para padres y nos entregó varios consejos para integrar durante el desarrollo de nuestros hijos.
El tema de la crianza con respeto se ha vuelto importante a nivel mundial, puede ser porque fuimos criados bajo otros conceptos en nuestra infancia como el castigo, la agresión… ¿A qué le atribuyes que los padres de hoy estemos tan interesados por criar a nuestros hijos de una forma más humana?
– Si no existieran personas en cada momento histórico capaces de cuestionar creencias, costumbres, condicionamientos y reglas sociales, gente dispuesta a proponer cambios de paradigma, aún estaríamos viviendo como en el siglo XI. Los seres humanos somos por naturaleza, buscadores. Vivimos hoy una era digital, donde la información se encuentra al alcance, literalmente de los dedos, y las posibilidades de intercambio de experiencias se ha multiplicado exponencialmente. Por otra parte la maternidad y la paternidad constituyen un portal de transformación y de cambio, por excelencia. Cuando devenimos padres/madres, se activa la necesidad de buscar lo mejor para dar a nuestros pequeños. Es una crisis que empuja a revisarnos. Tal vez este deseo o necesidad sumada a las posibilidades de intercambio de experiencias y de comunicación nos ha permitido que aflore o se haga más visible la sensibilidad y el interés por la crianza consciente.
Bajo esta misma importancia acerca de la crianza respetuosa, ¿por qué es tan importante integrarla a nuestras vidas como un valor familiar?
– En lugar de la importancia que podamos atribuir a la crianza respetuosa, lo que estimo realmente sustantivo es darnos cuenta del sufrimiento que estamos provocando a partir de los esquemas insanos de crianza que heredamos y que repetimos automáticamente tras generaciones. Entonces tendríamos la posibilidad de hacer algo al respecto. El mundo está atravesado por un orden establecido sobre el binomio dominio-sumisión de un fuerte sobre un débil. El niño siempre es el más débil eslabón de la cadena, con lo cual termina siendo depositario de las mayores cuotas de violencias sutiles y visibles naturalizadas socialmente, que luego se expresan a escala social con pandemias como la depresión, adicciones, delincuencia, guerras fratricidas, enfermedades, e incluso la devastación del medio ambiente… Si queremos que un día, ojalá no lejano, por fin la humanidad merezca llevar ese nombre, necesitamos darnos cuenta y hacer lo necesario para cambiar este orden demencial en el que nos organizamos, erradicar la peor plaga de nuestro siglo: el déficit de amor en general , pero muy especialmente el que padecen las criaturas durante un período de desarrollo crucial donde se establecen aspectos neurálgicos de su salud emocional y física, presente y futura.
En ese sentido, cómo dar ese valor de respeto a los niños?
– Conectando con el niño que fuimos. Revisando las propias historias hasta registrar cómo es que realmente fuimos amados o desamparados, y cómo desde ese amor o desde ese desamparo criamos hoy. Hemos perdido memoria de nuestras propias vivencias infantiles, fruto de crianzas represivas que oprimieron nuestras emociones, pulsiones, expresiones, y que además no fueron acompañadas con un discurso veraz que nombrará aquello que sentíamos o que vivimos. Nadie nombró nuestras necesidades legítimas de presencia segurizante o nutrición epidérmica cuando lloramos pidiendo consuelo, cuerpo materno. En cambio nos decían malcriados, llorones, debes aprender a tolerar la frustración. Es lo que la investigadora y autora Laura Gutman denomina “el discurso engañado”. Ahora como adultos nos cuesta encontrar un lugar emocional desde donde sentir que el reclamo de los niños presentes a nuestro cargo, es genuino. También importa mucho formarse porque llevamos infinitas lagunas sobe los procesos emocionales infantiles y sus necesidades. Y no solo los progenitores, también educadores y profesionales sanitarios. Las doctrinas educativas, médicas y psicológicas que dominan en nuestro planeta son hostiles a la infancia. Por eso hay que abrir espacios de reflexión, formación e información para que los padres y profesionales relacionados con atención a niños puedan reflexionar mucho al respecto y tengan opciones para tomar decisiones más conscientes a partir de propuestas contrastadas.
Quizás hay papás que se plantearán: “Si he estado fallando en la crianza con mis hijos, he sido autoritario e incluso a veces violento, ¿cómo puedo conseguir encauzarme en este camino del respeto y que mi hijo (a) lo comprenda?
– Siempre estaremos a tiempo de pedir disculpas por los errores que hemos cometido, hablar con la verdad. No importa la edad que tengan nuestros hijos, siempre es buen momento para resarcir el daño. Por ejemplo, al darnos cuenta de un error explicarles que pensábamos que hacíamos lo mejor pero nos hemos dado cuenta del daño que le causamos y comprometernos a hacerlo diferente, respondiendo a sus reales necesidades y respetando su integridad como personas. Nunca es tarde para desandar el camino errado y establecer una nueva ruta con criterios de acompañamiento consciente, respetuoso, amoroso. Lo importante es entender el punto de vista de nuestro hijo. Qué percibe el niño como una experiencia violenta, de desamparo, desamor y qué experimenta desde su subjetividad, como experiencia amorosa. Dar el amor y los cuidados que el niño necesita y no los que nosotros creemos que hay que dar. Entre ambos criterios suele haber un abismo de diferencia, porque adultos y niños solemos vivir en una suerte de planetas distintos y distantes. Eso, creo yo, es el gran obstáculo que impide establecer crianzas conectadas, empáticas, conscientes, respetuosas. Necesitamos zanjar la distancia.
Y ese mismo papá se pregunta, ¿Cómo puedo no volver a caer en la falta de respeto a mis hijos?
-Siempre digo que de nada sirve volcarse a practicar la crianza respetuosa, leerse todos los libros de sus autores, seguir a influencers en redes sociales que la propugnan, etc., si en paralelo no hacemos un trabajo de autoconocimiento. Podremos apuntarnos al porteo, colecho, a la lactancia a término, etc., pero si no trabajamos para ordenar nuestro campo emocional y las memorias de nuestras propias infancias marcadas por el abuso, el desamparo, los falsos discursos que nos alejan del eje con nuestro sí mismo, etc., todo el esfuerzo de criar con respeto no constituye más que una débil pátina que de tan solo rascarse se caerá. No es posible que se haga genuino y sostenible, porque no contamos con recursos emocionales conscientes para establecer una conexión empática con los pequeños a nuestro cargo. Seguimos automatizados, robotizados, respondiendo a las improntas que se quedaron alojadas desde nuestras infancias en un lugar sin tiempo, sin orden ni registro en nuestra consciencia.
Según tu visión, ¿cuáles son los pasos para volverse una madre o padre consciente?
– Es necesario emprender un trabajo de autoconocimiento, por un lado, y por el otro un trabajo de formación. Autoconocimiento para encontrar recursos emocionales que nos permitan acompañar con empatía a nuestros hijos. Formación, porque circulan demasiadas doctrinas hostiles a la infancia. Circula mucha información falsa sobre las reales necesidades y los procesos emocionales de los niños.
¿Qué sucede con los adolescentes, es posible una crianza respetuosa con ellos? ¿Cómo hacerlo si ya tienen algunos patrones ya desarrollados?
– Con la adolescencia sucede que las nefastas consecuencias de las carencias afectivas, los métodos directivos y represivos de crianza encuentran el momento propicio para descubrirse ante los ojos de la sociedad cuando el niño ya cobra tamaño y entra en una fase de oposición natural en su evolución. El grado de conflictividad que percibimos en el adolescente es directamente proporcional al estilo de crianza que practicamos en casa. (*leer mas abajo) Pero la relación es contraria a lo que la mayoría tiende a creer.
No son menos problemáticos los adolescentes que de niños se criaron con “nalgadas a tiempo”, estricta disciplina y rigurosa autoridad. En cambio, si hemos criado con abundante amor, democracia, flexibilidad, respeto y no violencia, el adolescente no necesitará rebelarse destructivamente.
La disciplina no punitiva, la erradicación del castigo físico y psicológico, enseña a los hijos a respetar sus propios cuerpos, a no dañarse con consumo de substancias o prácticas violentas. Un pequeño que ha sido consolado, amado, mirado, abrazado, atendido y complacido sin reparos en todas sus necesidades legítimas, llegado el momento de medir el río por sus propios pies o de regularse con sus pares, estará preparado para ser independiente y convertirse en guardián de sí mismo. Estará mejor preparado para reconocer la diferencia entre desafíos sanos y riesgos perniciosos. Si hemos causado interferencias, si hemos alejado a nuestro hijo de sí mismo y ahora se siente desorientado o manifiesta conductas riesgosas, no nos queda otra que revisar dónde fallamos para desandar el camino, pedir disculpas y estar siempre disponibles para dar amor incondicional, acompañamiento sin juicios, mantener el canal de comunicación abierto demostrándoles que pueden confiar en nosotros y que queremos resarcir el daño. Haciéndoles saber que los queremos tal como son, que no necesitamos cambiarles nada para amarlos porque confiamos en ellos. Y recordar siempre que no existe nada más contagioso que el ejemplo. No podemos exigir o pedir a nuestros hijos, niños o adolescentes que integren valores que nosotros no hemos asumido o no practicamos. No podemos pedir que no consuman substancias para relajarse o desinhibirse si nosotros lo hacemos, no podemos exigir que nos respeten si no les respetamos o no nos respetamos. No podemos exigirles que no actúen con violencia si les hemos gritado, pegado, castigado, si no hemos tomado en cuenta sus sentires, deseos, expresiones, si hemos cercenado la posibilidad de tener ideas propias, si hemos reprimido sistemáticamente su derecho a manifestar disconformidad, si impusimos obediencia ciega, si esperamos que nunca nos lleven la contraria.
* * *
Es muy interesante lo planteado por la profesional, es posible que muchos papás estén interesado en seguir ahondando sobre éste y otros temas, por eso los invitamos a inscribirse a los Talleres Online que imparte Berna Iskandar, para obtener mayor información puedes ingresar a www.mujermandala.com/crianzarespetuosa
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Info de "Vidar": Especialistas del Parto en Casa y la Crianza Respetuosa.
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EL GUERRERO DEL NUEVO TIEMPO.- Maribel Fombella
(*) Asterisco... DE acuerdo con esas palabras que señalo con el asterisco?
SI y No...
Es obvio al ver cómo a la gente le ha encantado ver programas televisivos como la Supernanny o "hermano mayor" ya que a tanta gente se les fue de las manos la educación de sus hijos. Personalmente me siento más que afortunada al contemplar a mi propia hija, quienes la conocen lo saben, como también me alegra y me tranquiliza saber por mi bonita relación con ella que hice todo lo que sabía y lo que pude, y que precisamente su nacimiento fue mi plataforma de "salida". Quise estar plenamente consciente en el parto y desde entonces mi camino de autoconocimiento y trabajo interior ha seguido el curso que me marcaban las sincronías y las señales. Gracias a ella, a su padre y a la Vida, claro... Por eso respecto a esa afirmación de la proporcionalidad del comportamiento de los hijos respecto a como hayan efectuado su padre/madre su crianza, no puede ser cierto al 100%. Muchos "buenos" padres no han sabido qué hacer con sus hijos y es que no eran "de más carnes" y sus hijos difíciles. Algunos fueron agredidos primero por sus propios padres y luego por sus hijos, no supieron cómo evitar que se les subieran a las barbas...
EL GUERRERO DEL NUEVO TIEMPO.- Maribel Fombella
(*) Asterisco... DE acuerdo con esas palabras que señalo con el asterisco?
SI y No...
Es obvio al ver cómo a la gente le ha encantado ver programas televisivos como la Supernanny o "hermano mayor" ya que a tanta gente se les fue de las manos la educación de sus hijos. Personalmente me siento más que afortunada al contemplar a mi propia hija, quienes la conocen lo saben, como también me alegra y me tranquiliza saber por mi bonita relación con ella que hice todo lo que sabía y lo que pude, y que precisamente su nacimiento fue mi plataforma de "salida". Quise estar plenamente consciente en el parto y desde entonces mi camino de autoconocimiento y trabajo interior ha seguido el curso que me marcaban las sincronías y las señales. Gracias a ella, a su padre y a la Vida, claro... Por eso respecto a esa afirmación de la proporcionalidad del comportamiento de los hijos respecto a como hayan efectuado su padre/madre su crianza, no puede ser cierto al 100%. Muchos "buenos" padres no han sabido qué hacer con sus hijos y es que no eran "de más carnes" y sus hijos difíciles. Algunos fueron agredidos primero por sus propios padres y luego por sus hijos, no supieron cómo evitar que se les subieran a las barbas...
Quedarse
sólo en la educación paterno-filial es quedarse muy corto y hacer un
aciago llamado a la culpa, ya que los problemas de cada seno familiar son
siempre transgeneracionales. Están siempre implicados los antepasados,
cada nudo familiar o problema con mayúsculas siempre ha tenido
"jurisprudencia" en el árbol familiar, es decir, "antecedentes". Por
eso en mi camino personal y años después en mi profesión, me metí de lleno en terapias como la Respiración Rebirthing, las Constelaciones Familiares y la Descodificación (o Bio-neuroemoción) y otras que formaban parte de mis escuelas de yoga y meditación, como la ley de Atracción, el Hoponopono, la recapitulacin, la ensoñación y el viaje interior, la meditación dinámica o la danzaterapia y las regresiones.
Hoy empieza la Onda del Guerrero, con su Espada flamígera o espada de luz, con la mirada limpia y las manos descubiertas, nada que ocultar... el Guerrero se auto-cuestiona para avanzar. El Guerrero de la Conciencia alerta o Despierta suele estar centrado y nunca obedece más que a las indicaciones de su propio llamado interno.
El Guerrero del Nuevo Tiempo lo constituyen Padres y Educadores que Despiertan y Niños que nacen ya "así", como nuevos maestros, y al venir ya buscaron a padres y educadores que se implicaran en la educación de sus hijos (y alumnos), o tuvieron padres que se lo/nos lo pusieron crudo.. sobre todo seres que se comprometieran a crecer ellos mismos.
Un Guerrero de luz se auto-cuestiona y cuestiona a quienes, haciendo abuso de su libre albedrio, no supieron mostrarles respeto y autoridad, sino autoritarismo. Se rebelan cuando es necesario y acaban tarde o pronto aprendiendo a poner sus límites, aprenden de sus errores, y sobre todo, si están en su centro, le ponen pronto cortapisas a los intentos de abuso ajenos.
En estos 13 días es bueno reflexionar y auto-observarse con cierta distancia, ser indulgente con el error no acaba con él, es No permitiéndolo, y no se trata de que te reprimas o reprimas a otro, pero sí puedes evitar que se suba a tu parra, ya si quiere y le dejan que se suba a otra, pero tú bastante tienes con observarte y auto-cuestionarte a ti mismo.
En estos 13 días es bueno reflexionar y auto-observarse con cierta distancia, ser indulgente con el error no acaba con él, es No permitiéndolo, y no se trata de que te reprimas o reprimas a otro, pero sí puedes evitar que se suba a tu parra, ya si quiere y le dejan que se suba a otra, pero tú bastante tienes con observarte y auto-cuestionarte a ti mismo.
El articulo que comparto abajo de esta mujer, va en la línea de lo que pienso y siento, de lo que he vivido en mi estos años. Pronto cumple 24 mi preciosa hija, fui la primera de mi generación entre amigas y en mi propia familia en ser madre, y nadie nace sabiendo ni se acuerda de las vidas anteriores (hasta que se acuerda... quien se pone, se acuerda), en principio uno sólo las lleva "puestas" con todos sus miedos y esperanzas, naciendo en "cierta" familia con todos sus genes y campos morfo-gen-éticos, así que sigo explicando la importancia de arreglar el arbolito y la información que traemos, para ser cada vez más finos y responsables, más empoderados, que no es cuestión de que escribas en tu faceb-k que eres una mujer empoderada, es cuestión de que lo vayas siendo y aprendas a No vomitarle a otro tus carencias. Una cosa es que berrees por defender a tu familia, tus crías o a tus obras, si es justo y necesario, tu-verás... y otra distinta, que te pongas a vociferar si cuando llamas a alguien, por no estar disponible al móvil cuando tú querías, eso es dependencia y ansiedad extrema. Creo que no hace falta explicar más.
Cuando uno ha pasado 20 años por la escuela de la vida y la maternidad es experto en eso... Por qué unos padres pueden criar a sus hijos toda la vida y otros tienen que cruzar el charco y dejarlos con las abuelas es una cuestión que NO hay que So-Juzgar, porque está fuera de tu jurisdicción, cada uno vive un sino, y su circunstancia es como es. Creo que Nadie debería decirle a Ninguna Madre o Padre cómo debe hacer las cosas a menos que se trate de una conversación o una consulta respetuosa y/o profesional, porque la Crianza Respetuosa también incluye el respeto hacia el tipo de crianza de otras madres y padres, de otras generaciones, otras culturas, otras comadres... Creo que ya nos vamos enterando, mis queridos venusinos, y a los fríos, a ver si se os abre el corazón.
Cuando uno ha pasado 20 años por la escuela de la vida y la maternidad es experto en eso... Por qué unos padres pueden criar a sus hijos toda la vida y otros tienen que cruzar el charco y dejarlos con las abuelas es una cuestión que NO hay que So-Juzgar, porque está fuera de tu jurisdicción, cada uno vive un sino, y su circunstancia es como es. Creo que Nadie debería decirle a Ninguna Madre o Padre cómo debe hacer las cosas a menos que se trate de una conversación o una consulta respetuosa y/o profesional, porque la Crianza Respetuosa también incluye el respeto hacia el tipo de crianza de otras madres y padres, de otras generaciones, otras culturas, otras comadres... Creo que ya nos vamos enterando, mis queridos venusinos, y a los fríos, a ver si se os abre el corazón.
Espero que disfrutes de esta Onda de 13 días.
NAMAS-Te.
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