Ciclo Eterno: La Vida, La Muerte y de nuevo la Vida


Es el Eterno Ciclo...



Hoy ha volado una de las águilas de mi clan familiar...
Pepe Milla estaba recibiendo Reiki, lo que demuestra sus muchas ganas de seguir viviendo, aunque también el reiki, llegado el momento, enseña a bien morir...  De algo así tratan estos articulos,
por eso quiero dedicarle estas palabras de uno de mis profes y amigo, y estas músicas de abajo.

Morir es reunirse consigo mismo.- Emilo Fiel

¿Dónde estamos después de morir? En este presente continuo ¿dónde se encuentran nuestros abuelos, padres o hijos que volaron hace tiempo fuera de la carcasa del cuerpo físico y retornaron a su olvidado hogar? Casi todos hemos pasado por esta situación, pero el proceso del nacimiento sacrifica nuestra memoria de los planos sutiles. La muerte es una ilusión fantasmagórica y nadie puede vencerla más que despertando a la realidad, sólo así se acabará el miedo que provoca en nosotros. El ego dualista sabe que la muerte es su fin, porque él mismo es también una proyección ilusoria que no tiene realidad salvo en este mundo separativo, donde la ignorancia ontológica campa por sus respetos. Por eso, a través de la mente, el ego teme la muerte como el fin de todo lo que somos, activando el mecanismo del miedo.
Desde la perspectiva de las dimensiones sutiles morimos cuando la estructura biológica corporal se encuentra en una fase degenerativa, o cuando espiritualmente estamos encerrados en una cueva profunda, casi siempre es un acuerdo del alma, incluso en los casos de suicidio o de la muerte accidental o provocada de una persona. Entonces es más económico reencarnar en un nuevo cuerpo y recuperar las energías de la juventud, además de las lecciones importantes que experimentan los que se quedan en la tierra mientras nosotros partimos. Nadie de los que han conocido la muerte le tiene miedo, así que tenemos que recordar esa frontera que hemos atravesado tantas veces y entender que, aunque como guerreros estamos dispuestos a recibir a la muerte con una sonrisa, nuestros compromisos familiares y con la tribu, la mantienen a raya hasta que llegue el momento oportuno.
Morir es salir del cuerpo y mirarlo desde fuera y entonces recordarás haber pasado por esto muchas veces (aunque en el caso de muerte súbita hay una cierta confusión) y tendrás la seguridad de que sigues tan vivo como hace unos minutos, aunque más consciente. Surge el agradecimiento por la vida, la curiosidad por lo que está pasando y una agradable sensación de bienestar, especialmente si comprendes que esta fase es sólo una etapa necesaria del camino. El espíritu no siente ningún dolor y atravesar esta puerta nos permite por fin penetrar en las partes inter dimensionales del adn que tienen estructura divina. La conciencia se va antes que el cuerpo se disuelva, pero muchas partes de nosotros mismos que no encarnan y nos esperan en otras dimensiones vuelven ahora, lo mismo que el yo superior presente holográficamente en cada trocito de nuestro ser. Hay partes internas que se extienden por todo el universo y están implicadas en actividades superiores mientras pasamos por la tierra. Así que como sólo llevamos encima una porción de lo que somos, la muerte es en gran medida una feliz reunión ceremonial, en la que por fin acuden todos nuestros familiares sin faltar ninguno.
El Proceso de la Muerte.-
De repente estás parado cerca de tu cuerpo mientras muere, mirándolo y reconociéndolo, testigo mudo de la muerte que se retrasa un poco más a nivel celular de lo que tarda la desconexión de la conciencia. A veces sucede en unas horas o a veces se alarga durante días, por las bajas temperaturas por ejemplo, pero el alma no lo nota porque descansa en un lugar entre dimensiones donde el tiempo no cuenta para nada. Sigue presente hasta que el adn muere en el corazón de las células de su viejo cuerpo, como un proceso biológico que cuando termina le permite proseguir su camino. ¿Pero si el cerebro muere y el cuerpo sigue vivo? La conciencia del alma siempre estará con el cuerpo, junto al adn que sigue estando activo, aunque la conciencia corporal no esté presente. Y hace este trabajo sin que le cueste el menor esfuerzo, incluso aunque el cuerpo esté en coma, ya que aunque lo humano haya partido el alma sigue activa sin ningún sufrimiento, de manera interdimensional.
Incluso en el caso de que uno de nuestros órganos siguiera viviendo en el cuerpo de otra persona (le fuera trasplantado) las cosas se hacen sencillamente, porque estas situaciones no se dan por casualidad. Hay una sincronicidad que permite que una vida ayude a otra, sin necesidad que el alma de la persona que ha muerto acompañe por más tiempo a ese corazón o a ese hígado, en cuanto comienza a latir con el flujo sanguíneo del receptor.
Incluso el rechazo de tejidos y de órganos se debe a las incompatibilidades en el adn espiritual, más que a problemas de grupos sanguíneos, y obliga a tomar compuestos químicos de por vida para mantener el equilibrio. Tenemos adn con memoria de vidas anteriores y con el nivel de espiritualidad de una persona implantado en otra muy distinta y no son compatibles, así que los tejidos protestan y tienen que ser engañados con fármacos para neutralizar esta biología del adn inter dimensional. Se podría hacer una reprogramación del adn a nivel magnético para hacer compatible el corazón y el cuerpo que ahora lo porta, pero esa tecnología (de transmisión manual y también relacionada con máquinas compuestas de imanes y de cristales) aún tendrá que esperar un poco, mientras los médicos se divierten con sus cómodos potingues.

Músicas: 
* Nana Mouskouri
http://www.youtube.com/watch?v=OIzJ-3oruUo
http://www.youtube.com/watch?v=biF8kAsHceE

** Ocean Gipsy

http://www.youtube.com/watch?v=y4oS7BLTZq8



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